Se concluyeron los tres días de peregrinación del Camino de Monseñor Romero. El viernes 11, sábado 12 y domingo 13 de agosto se llevó a cabo la primera peregrinación con ocasión del Centenario del nacimiento del Beato Oscar Romero, cuyo lema fue: “Caminando hacia la cuna del Profeta”. Entusiasmo, alegría, esperanza y fraternidad fueron elementos que marcaron toda la peregrinación.
La respuesta de los fieles desbordó las expectativas. Desde primeras horas del día viernes, muy temprano, los peregrinos llegaron a la Cripta de Catedral Metropolitana para participar de la Santa Misa y ser enviados en esta manifestación de fe. La Misa fue presidida por el arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas y concelebraron el Señor Nuncio Apostólico Mons. Léon Kalenga, el Cardenal Gregorio Rosa Chávez, y Monseñor Juan Manuel González, obispo de la diócesis de Tarahumara, México, además de otros sacerdotes.
La peregrinación iba encabezada por la imagen del Beato Oscar Romero. Se cumple este año el primer Centenario de su nacimiento. Una fecha muy especial para la Iglesia local. Durante el camino hubo tiempo para cantar, rezar, reflexionar y compartir experiencias de fe. Era un ambiente de fiesta. Se unieron muchos fieles, de distintas edades y parroquias a la peregrinación, de modo que cada vez era más grande la afluencia de peregrinos. Entre los que hicieron el camino también hubo representación de otros países: Estados Unidos, México y Guatemala.
Era una expresión de la Iglesia que se pone en camino, que peregrina, que está en salida. Muchos religiosos, religiosas y sacerdotes se sumaron a la peregrinación. Ni el sol, ni la lluvia, ni el cansancio desanimaron a los fieles que se lanzaron a las calles con un mismo propósito: honrar la memoria de los mártires, en especial del Beato Romero.
En las tres etapas del Camino de Monseñor Romero se involucraron principalmente las diócesis San Salvador, San Vicente y Santiago de María. Sin embargo, los fieles representaban a todas las diócesis del país. Cada jornada comenzaba y concluía en el templo parroquial con la oración.
La meta de la larga peregrinación era Ciudad Barrios, lugar de nacimiento del Beato Romero. Después de varias horas de caminar en la última etapa los peregrinos fueron recibidos con mucho entusiasmo y alegría. La Santa Misa la presidió el Cardenal Ricardo Ezzati, enviado especial del Papa Francisco para la celebración del Centenario, quien se mostró impactado por el fervor de los peregrinos. También concelebraron los obispos y sacerdotes que acompañaron la peregrinación.