- A la iglesia le preocupa de sobremanera la situación violenta que estamos viviendo y se solidariza con las víctimas. Oramos al Señor por ello y exhortamos al Estado y a la sociedad salvadoreña a trabajar por la solución de las causas reales de esta problemática. Además de la persecución del crimen, se debe combatir la injusticia, erradicar la exclusión social, la idolatría del dinero y la impunidad, puesto que son las grandes causas de esta situación violenta que vivimos. Desarrollar las zonas más pobres, las que son víctimas de la mayor violencia, ofreciendo en ellas oportunidades de estudio y de trabajo para todos, solamente así vamos a superar ese terrible flagelo de la violencia fratricida que se vive.
- Ha comenzado ya la campaña política electoral para elegir a los diputados y alcaldes del próximo período. Hacemos un llamado a todos los institutos políticos a realizar dicha campaña con verdadera actitud de altura, sin violencias de ningún tipo, totalmente respetuosa de las personas de otro partido, una campaña basada en propuestas concretas para la solución de los grandes problemas de nuestro pueblo.
- Auguramos la pronta aprobación de la Ley General de Aguas, que establezca la regulación pública estatal del agua con participación ciudadana y que garantice plenamente el derecho humano al agua para todos.
- Por último, quiero anunciar que en la última semana del noviembre próximo tenderemos aquí en El Salvador la celebración de la LXXV Asamblea del Secretario Episcopal de América Central (SEDAC), dicho organismo está conformado por todos los Obispos de Centroamérica. Esta asamblea tendrá una especial importancia por dos motivos: Conmemorar las Bodas de Diamante del SEDAC, que nació aquí en El Salvador hace 75 años y por ser este año el centenario de nacimiento del Beato Oscar Romero, quien fue dignísimo miembro del SEDAC. Por ambos motivos se ha elegido a El Salvador para dicha asamblea. Lo que nos agrada mucho.
Mons. José Luis Escobar Alas.
Arzobispo de San Salvador.