Este día conmemoramos el 40° Aniversario Martirial de San Óscar Arnulfo Romero. Fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en la Capilla del Hospital Divina Providencia mientras celebraba la Santa Misa.
En 1994 su sucesor, el Arzobispo de San Salvador, Mons Arturo Rivera y Damas, inició su proceso de beatificación. En el año 2000 la Congregación para la Doctrina de la Fe comenzó el estudio de todos los discursos de Romero. En 2005 el postulador de la causa, el obispo italiano Vincenzo Paglia, aseguró públicamente que “Romero no era un obispo revolucionario, sino un hombre de la Iglesia, del Evangelio y de los pobres”.
La causa para la beatificación de Romero estuvo bloqueada durante años, con la llegada del Papa Francisco el proceso de beatificación de Monseñor Romero se desbloqueó en 2013 y en 2015 aprobó el decreto en el que se reconocía el «martirio» de Romero in odium fidei, es decir, que fue asesinado por «odio a la fe». La declaración del martirio fue fundamental para su beatificación ya que entonces no es necesario reconocer un milagro. Finalmente se fijó el 23 de mayo de 2015 como la fecha para la beatificación de Monseñor Romero. Esto aseguraba más la canonización de Monseñor Romero.
El decreto del milagro por intercesión de Monseñor Óscar Arnulfo Romero firmado por Su Santidad el Papa Francisco el 7 de marzo, abrió las puertas para que la canonización de Romero se llevara a cabo junto a la del beato Pablo VI, dos sacerdotes, dos religiosas y un laico, el 14 de octubre en Roma.
La ceremonia se celebró en la Plaza San Pedro y fue presidida por el Papa Francisco. Simultáneamente en el país se realizó una vigilia para vivir la canonización del primer santo de El Salvador.