En un comunicado de la presidencia del CELAM con el apoyo de los obispos de México invita a todos los países de América Latina y El Caribe a participar en este evento a través de las plataformas digitales y de otros medios de comunicación. La nota explica que como signo de unión continental, las catedrales y templos de cada país, diócesis y parroquias tocarán doce campanadas que marcarán el comienzo del Santo Rosario Misionero ofrecido por la salud de las personas de los cinco continentes.
Posteriormente, tendrá lugar la celebración de la Santa Misa de Resurrección, que culminará con el Acto de Consagración a Nuestra Señora de Guadalupe con la oración propuesta por el CELAM y la presentación a sus pies de una ofrenda floral, en el mismo lugar en el que Papa Francisco, en febrero de 2016, oró en silencio, pidiendo a la Virgen de Guadalupe por el mundo entero.
El CELAM recuerda que este momento difícil, causado por la epidemia de COVID-19 que golpea al mundo entero, exige de los pastores “ver y escuchar las aflicciones de nuestros pueblos, generando esperanza y dirigiendo la mirada a nuestra Madre del cielo”.